EXPERIENCIAS PARANORMALES DE TAXISTAS

Por Story Teller
EXPERIENCIAS PARANORMALES DE TAXISTAS

Hola querido lector, en esta ocasión te comparto una selección de experiencias paranormales de taxistas que te harán sentir lo que es el verdadero miedo.

Historia numero 1 .- La dama de Chepo

Soy originario de Panamá y soy taxista. En cierta ocasión me ocurrió algo muy extraño que quiero compartir contigo.

Esta es mi historia, era una noche muy lenta y aburrida de esas cuando no hay mucho pasaje.

Estaba haciendo mi vela en la piquera de taxis y todavía había seis carros delante antes de llegar mi turno, cuando en un parpadeo veo que se acercaba a mí a una mujer directamente hacia mí

La mujer lucía particularmente hermosa, y era de cabello largo muy largo que le pasaba la cintura.

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Yo estaba asombrado de que se me acercara tan bella mujer, cuando rápidamente me pidió que le hiciera una carrera, pero ésta era algo fuera de la rutina ya que el pasaje alcanzaba los 25 dólares,

Eso en mi país se considera una muy buena corrida.

Atónito pensaba que se estaba burlando de mí, pero en realidad no era así.

Mis compañeros estaban molestos, me reclamaban que porque no negociaba con ella si todavía no era mi turno.

Yo estaba impactado de lo que sucedía y todavía no podía articular una respuesta, ni a ella ni mis compañeros, cuando en ese momento ella dijo:

«Si no me voy en este taxi no me voy con ninguno«

Acepté más que nada porque era una noche lenta y aún así mis compañeros
se quedaron molestos, sin más comencé mi travesía hacia un lugar llamado Chepo que estaba más o menos a dos horas de donde nos encontrábamos.

Era una noche fresca, llevaba las ventanas abajo habiendo avanzado una hora de viaje sentía que esta mujer me miraba detenidamente por el espejo retrovisor y al mismo tiempo achicaba los ojos cada vez que cruzábamos las miradas.

Eso de por si y me ponía la piel de gallina, pero el horror se incubó mi cuerpo cuando por la brisa de la velocidad se le levantó el cabello de una forma espectral.

Iba muy asustado preguntándome a mí mismo que en qué lío me había
metido.

Llegando a Chepo

No pasó mucho cuando la dama me preguntó ¿acaso estás asustado? Yo con una voz firme le contesté que no, pero en realidad estaba aterrorizado.

Insistentemente volvió a preguntarme si estaba asustado, yo le seguí negando.

La sangre de cristo tiene el poder me decía y solamente rezaba el padre nuestro internamente y así lo hice hasta llegar a nuestro destino.

Entrando el distrito me preguntó ¿si sabía dónde quedaba el cementerio de Chepo? y automáticamente un escalofrío recorrió mi cuerpo y era tan agudo que casi suelto el timón.

Inhale tranquilamente me llene de valor y decidí seguir para dejarla en el lugar.

De repente recordé que llegando a Chepo y una garita donde siempre hay un policía, estaba a punto de dejarla ahí porque el miedo ya se estaba volviendo insoportable.

Desafortunadamente cuando pasé por ahí no había nadie, así que no me quedó de otra que jugármela continuar con mi camino.

Al llegar al panteón la dama me miró y sonrió y me dijo: «no estés asustado yo no lo estoy muchas gracias por traerme»

Después de pagarme se bajó del auto sonriendo.

Me dieron pasadas de las once de la noche la mujer solamente dio media vuelta y caminó hacia el cementerio.

Cuando vi que se tomó distancia salí a toda velocidad, inclusive llegué al sitio todavía estando pálido.

Les conté a mis compañeros lo que había pasado y de lo que se habían salvado, sin embargo no me quisieron creer.

Aún así todo lo que cuento es totalmente verdadero, tanto así que deje de manejar por dos semanas, así que saquen sus propias conclusiones.

Historia numero 2 .- El Catrín

Cuando tenía 10 o 11 años un sábado mi hermano mayor fue a un baile con su novia, la cual actualmente es su esposa.

Al término tomaron un taxi, primero fueron a dejarla a ella a su casa y se despidieron.

Ya cuando regresaban el taxista le comenta y asegura que el taxista le dijo «mira quien está parado allá».

Mi hermano pensaba que lo iban a asaltar y le dijo con una voz gruesa: «¿acaso lo conoces?»

Pero el taxista le dijo: «no mira bien»

Cuando pasaron a un lado de esta persona mi hermano miró que era un señor joven portando un traje muy elegante y un bastón.

El taxista aceleró y ya pasando tres minutos le preguntó mi hermano: ¿si lo viste verdad?

Sacado de onda le contesta que sí y le pregunta que ¿Quién era? y entonces el taxista le responde ese era el catrín.

Cuando llegó mi hermano, éste lo hizo pálido y solamente nos dijo que mañana nos contaba algo.

Ya el día siguiente nos contó esta anécdota y te agrego algo más, dijo que cuando el taxista pasó junto a él sintió un frío que le erizaba todo el cuerpo.

Yo pensaba que quiere asustarme porque era muy miedoso en ese tiempo y le dije que no le creía.

Cuando conocí al catrín

Pero ya cuando tenía como 15 años mi padre que en paz descanse tenía su casa al lado de la funeraria y justamente en esa casa también tenía un local de comida.

Me acuerdo que en una ocasión le estaba ayudando ya que casi eran las 3 de la mañana porque fue una noche en donde hubo mucha venta ya estábamos recogiendo y vimos de pronto a un señor ya grande de edad que iba caminando.

Mi papá le dijo buenas noches pásele que todavía tenemos comida, pero el señor pasó como si no nos escuchara y continuó su camino.

Este llevaba un traje de color negro camisa guinda y en sus manos llevaba anillos se miraba que era un hombre bastante rico.

A mi papá se le hizo raro y se asomó, pero cuando salió del local ni vio a nadie, me dijo siéntate aquí no te pares ahorita vuelvo, luego salió corriendo hasta la esquina, pero no vio absolutamente nada.

Entonces como el lado de mi casa y un estacionamiento quiso abrirlo pero ahí vio que estaba sentado a que el señor, rápidamente volvió a la casa, abrió la puerta y me dijo:

«Métete rápido»

Acto seguido me persigno, yo le pregunté ¿Qué por qué hacía eso?

Él me dijo que porque ya era tarde y que ahorita terminaba de limpiar.

Pasaron dos días y yo estaba con la duda.

Le dije que ¿Por qué me había metido esa noche que vimos al señor elegante?.

No quiero que te asustes pero eso bueno creo que se podría decir que era el catrín, me contestó.

Te pido un favor no quiero que le cuentes nada de esto tu hermana, no quiero que se asuste por estas cosas.

Historia numero 3.- La Bailarina

Esto le pasó a mi padre, aproximadamente el principio de los años 80 aquí en la ciudad de México.

Fue de madrugada y él estaba trabajando de taxista, le toco meter el carro la casa, en lo que abría el zaguán para estacionar vio que en la calle estaban en unas personas jugando baraja.

Lo más extraño es que a unos cuantos metros adelante había una mujer atractiva bailando muy sexy.

Exactamente estaba abajo del poste del alumbrado público, en lo que mi padre veía la muchacha bailar y hacia como que estaba metiendo el taxi, pero en ningún momento paró de seguir viendo a la muchacha.

Se estaciono rápidamente para salir y seguir viendo la muchacha bailando, pero ésta ya no estaba.

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Entonces mi padre se acercó a los jugadores de baraja y le preguntó a uno de ellos ¿si habían visto a la muchacha que estaba bailando? a lo cual éste le contestó:

¿Cuál muchacha? aquí no hay ninguna muchacha, ¿usted cree que si hubiéramos visto alguna continuaremos jugando?.

Ante la respuesta mi padre se metió dormir, y a la conclusión que llego fue que la muchacha realmente era un demonio.

Sin duda alguna los taxistas viven cosas muy muy extrañas.

Historia numero 4 .- La Pasajera Fantasma

Esto le pasó a un amigo de mi primo que era taxista, cuenta que una vez iba pasando justamente afuera del panteón como eso de las 11:30 de la noche y que justo en la esquina había una muchacha muy bonita que le pidió el servicio.

Ella le dio claramente la dirección y él con gusto la llevó.

Cabe aclarar que durante el trayecto no salió ni una sola palabra de la muchacha y que ésta además tenía la cara sumamente pálida, los labios casi morados, aunque en ese momento él no le tomó mucha importancia.

Al llegar a la casa la muchacha le dijo «oops olvide mi cartera, espera me aquí mientras entró por el dinero«.

El estuvo esperando por alrededor de unos 15 minutos cuando se desesperó y decidió tocar la puerta, de ésta sale una señora de aproximadamente unos 50 años que le preguntó: ¿Qué desea?

El joven entonces le respondió:

Estoy esperando que me pague la muchacha que entro entró por su cartera pero ya tengo apuro de irme.

A lo que la señora entonces respondió:

Lo siento joven al parecer a la que vio era mi hija lamento informarle que ella falleció hace tres meses atrás en un fatal accidente.

El amigo de mi primo dice que existe un escalofrío que le sacudió todo el cuerpo y que hizo que se fuera inmediatamente del sitio.

Tan fuerte fue el susto que inclusive se le bajó la presión.

Historia numero 5.- Pasajera extraña

Esta experiencia le pasó a mi tío que meses atrás había visto a la llorona.

Conducía su taxi a altas horas de la noche, pensaba seguir trabajando un rato más antes de volver a la casa, al poco tiempo una mujer se subió al taxi le pido de favor que le llevará al panteón más cercano.

Agarraron rumbo pero antes de llegar la mujer le dijo que tenía hambre y como había un puesto de tacos bajó y pidió su orden.

Siguieron su recorrido al panteón pero justo cuando faltaban dos cuadras mi tío se dio cuenta por el retrovisor que la mujer se transformó en una especie de espectro, la cual atravesó la puerta del taxi ,se perdió entre panteón.

Nunca supo realmente qué fue lo que vio que realmente, era un espectro o tal vez era alguna bruja que le quiso jugar alguna mala jugada.

¿Ustedes qué opinan?

Historia 6.- El niño del Taxi

Quiero compartir con ustedes algo que me ocurrió hace muchos años atrás cuando apenas era un adolescente.

Lo recuerdo también como si hubiera sido ayer ya que este tipo de experiencias queda muy bien marcadas en nuestras cabezas.

Resulta que un día sábado por la noche quería ir a visitar a mi novia la cual actualmente resulta ser mi señora esposa.

Eran aproximadamente las 3 de la mañana, quizás un poco más temprano, decidí escabullirme de la casa para buscar un taxi, digo escabullirme porque tuve que esperar hasta que mi padre se durmiera y poder salir de la casa.

Ellos me habían prohibido salir esa noche pero cuando uno se encuentra enamorado hace lo imposible para estar con la persona que le gusta,

Sali de la casa con apenas 25 pesos en la bolsa para querer agarrar un servicio de taxis en la madrugada.

Estuve esperando fuera de mi casa un buen rato, pero no pasaban taxis, al pasar un buen rato decidí que lo mejor era moverme hacia la avenida Hidalgo, exactamente donde se encuentra el semáforo de la calle Torreón.

En ese entonces ni siquiera existe al Oxxo que se encuentra ahí actualmente, cabe mencionar que soy de Tampico Tamaulipas y en ese entonces era mucho menos riesgoso el salir a esas horas de la noche.

Estuve esperando completamente solo por más de 15 minutos, hasta que por fin apareció un taxi, alcancé a hacerle parada y el conductor bajó su vidrio nada fuera de lo normal.

El niño

Era un hombre joven de unos 25 o 29 años le expliqué hacia dónde iba y le pregunté que cuánto me cobraría para ver si me alcanzaba.

De pronto noté que un niño de entre 3 o 4 años de edad se asomaba por un costado del asiento del copiloto me miraba a los ojos, pero muy seriamente sin sonreír me ni nada por el estilo.

En eso el taxista me dice que me suba y abro la puerta trasera del taxi tsuru me subo.

El niño en cuestión me continuaba mirando fijamente mientras hacía esto.

Por un momento pensé que el conductor había llevado a su hijo a trabajar él por lo cual no me preocupe, pero los pocos metros me pregunta ¿Qué por qué no me había subido el asiento de adelante?

Le contesté que no lo había hecho porque llevaba su hijo enfrente, me asomé un poco pero el niño que había visto solo hace menos de un minuto ya no se encontraba en el asiento.

¿Acaso estás loco? dijo el taxista ¿De que niño estás hablando?

Es que acabo de ver a un niño que va lado tuyo.

El conductor tuvo que parar el taxi porque realmente se había espantado al igual que yo.

Le empecé a comentar lo que había visto:

Te juro que lo vi, era un niño pequeño que vestía un short con tirantes de mezclilla, tez blanca y cabello no negro, era más bien más claro que el color negro y llevaba una playera blanca e iba descalzo, además llevaba un camioncito de juguete con el cual iba jugando.

Después de eso créanme que decidí no ir a ver a mi novia, en cambio volví a mi casa y trate de descansar y analizar lo que había sucedido.

Curiosamente unos días después voy a la casa de mi abuela y veo que ella tenía una imagen exactamente igual del niño de aquella noche.

Resulta que la imagen que el chico vio en la casa de su abuelo corresponde a la de Tomasito Herrera la cual es una especie de santo espíritu benigno.

Aunque eso sí dicen que es muy travieso y que también recorre muchos
curanderos para buscar la sanación de los pacientes sin duda alguna un relato sumamente interesante.

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