Esta historia es sobre un niño quien una noche se despertó con el sonido de alguien parado frente a su puerta, las tablas del piso crujían al pasar. 

El niño había fingido dormir, pero la figura, completamente blanca, había entrado y se detuvo frente a la cama. 

Aterrorizado, el niño se había quedado dormido a pesar de todo. Al despertar, la figura había desaparecido, pero por seguridad, el niño decidió irse a dormir a su habitación, que, sin embargo, encontró cerrada. 

En ese momento tuvo la sensación de que alguien lo estaba mirando, y luego tomó la decisión de irse a dormir a la sala de estar. 

A las 4 de la mañana se despertó nuevamente, y esta vez vio mejor la figura de una anciana, sentada en la televisión, completamente blanca y con los ojos muy negros.

El fantasma dijo su nombre, el niño gritó y la figura desapareció. Desde esa noche el niño no pudo dormir ya nunca más solo.

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