Historia de Terror – La deep web Parte 1
Esta experiencia mía te la contaré ahora, y puedes tomarla como quieras. Como verdad absoluta (aunque, francamente, no creo); como una fábula triste o una anécdota inquietante, depende de ti elegir.
Vivo en un país en las áreas cercanas a Lecco, un pueblo muy pequeño de 2000 habitantes con vista al lago de Como.
Ese verano, mis amigos y yo a menudo íbamos a bucear desde el camino cerca de algunas galerías, ya que desde un ascenso en la acera puedes bucear y meterte en el agua después de tres segundos.
Un salto de ocho metros, sin riesgo, o casi. Tan pronto como regresas a la superficie, puedes escalar fácilmente la pared y salir.
Sin embargo, un día, mis amigos y yo encontramos el área rodeada por la policía, y decidimos irnos. Pensamos que alguien había resultado herido, y de hecho había sido así.
Un informe de noticias mostró que una niña de Milan de trece años había muerto allí, ahogada por alguien.
Los métodos del crimen fueron algo extraños, los investigadores dijeron que la niña había sido inmovilizada cuando la arrojaron al agua y la obligaron a ahogarse.
Los asesinos nunca fueron encontrados. Mis amigos y yo nunca volvimos a bucear por un tiempo.
Unos días después de la noticia recibí un correo electrónico, el remitente era $ £ aTaBß y el titulo del correo 01001010101. Lo abrí, intrigado, y encontré un enlace extremadamente largo.
Hice clic en él y me llevó a un sitio que solo años después descubrí que estaba en la web profunda (la deep web).
Probablemente logré ingresar porque mi hermano mayor estaba más metido en la red y, por lo tanto, ya había entrado en las profundidades, tal vez dejando algún panel abierto.
El enlace condujo a un vídeo. El contenido me hizo temblar: fue un disparo, tomado de las galerías, lo que nos ponía a quienes nos sumergimos unos días antes.
En el fondo escuché un idioma extranjero, probablemente de Europa del Este, y luego hubo un desprendimiento abrupto.
La escena cambió, era de noche y el lugar donde nos sumergimos estaba enmarcado nuevamente, pero más de cerca.
Un grupo de ocho personas encapuchadas aparecieron por la izquierda, arrastraban algo que se retorcía vigorosamente, lo cual no reconocí de inmediato por la baja resolución.
Tan pronto como entendí, mi corazón se detuvo. Fue la niña quien murió unos días antes, estaba atada con cuerdas y su boca sellada, creí entender por las imágenes, había sido cosida con una aguja e hilo.
Fue arrojada al agua, y en el último disparo se vio a su cuerpo ahogándose sin descanso, mientras la luna se reflejaba en el lago.
Comencé a llorar frenéticamente, cancelé el correo electrónico e hice una nueva cuenta para el correo electrónico.
Incluso ahora no sé quiénes fueron esas personas que hicieron el video, ni por qué me enviaron el correo electrónico.
Pero si creo que estaban a unas pocas decenas de metros de nosotros, escondidos en la oscuridad de los túneles para observarnos antes de realizar su rito de sacrificio, un largo escalofrío recorre aun mi espalda.
Te comparto la segunda parte:https://historiasdeterrorcortas.com/historia-de-terror-la-deep-web-parte-2/