Mar 07 2023

La historia de Richard Trenton Chase, el vampiro de Sacramento

Por Story Teller

A finales de 1977 y principios de 1978, una cadena de sangrientos asesinatos sacudió a la comunidad de un pueblo de California. Seis víctimas y un asesino, que pasó a ser conocido como el Vampiro de Sacramento.

27 de diciembre de 1977. Un ingeniero llamado Ambrose Griffin está llevando la compra a casa con su mujer cuando, de repente, es alcanzado por un disparo. El disparo, efectuado con un rifle del calibre 22, resultó mortal para el hombre. Uno de los hijos informó haber visto a una persona disparando desde un coche. Se le sometió a hipnosis e incluso consiguió rastrear la matrícula. Desgraciadamente, sin embargo, la búsqueda no condujo a la identificación del autor, que actuó fatídicamente sin ser molestado en los días siguientes.

Mientras tanto, empezaron a llegar a la policía extraños informes. Muchas personas declararon haber visto a un joven de aspecto demacrado que intentaba entrar en las casas y, en algunos casos, conseguía destrozarlas. Los incidentes no se detendrán aquí; al contrario, continuarán en un crescendo de violencia.

23 de enero de 1978. Theresa Wallin, una joven de 22 años embarazada de tres meses, aparece muerta en el interior de su domicilio. Asesinada de tres disparos de fusil del calibre 22, le habían acuchillado el abdomen y extirpado los órganos internos. Tenía la boca cubierta de heces. Junto al cadáver había un tarro de yogur manchado de sangre.

Un asesinato lleno de salvajismo y depravación, que deja a uno totalmente perplejo. ¿Quién es el autor de esta carnicería? El pánico y el terror se extienden entre los habitantes de Sacramento.

27 de enero. Evelyn Miroth, de 38 años, cuida a su sobrino David, de 20 meses. Con ella está su amigo, Dan Meredith. Jason, el hijo de Evelyn, de 6 años, iba a visitar la casa de los Meredith. Sin embargo, la hija de Dan no ve venir a nadie, por lo que decide ir a comprobar la casa.

Se encuentra entonces con un escenario inimaginable. Evelyn está tumbada en la cama, desnuda y con el abdomen desgarrado. Ha sido sodomizada y apuñalada en el útero. Su cuello fue rebanado. Jason, por su parte, fue asesinado de dos disparos en la cabeza. La misma suerte corrió Dan Meredith. David, por su parte, está desaparecido. En la cuna, sin embargo, hay un agujero causado por una bala y la almohada está empapada de sangre. Su cuerpo es encontrado el 24 de marzo, dentro de una caja, cerca de una iglesia.

La investigación intenta acelerarse: un sujeto altamente perverso y peligroso anda suelto.

En ese momento, llega un valioso testimonio. Una mujer llamada Nancy Holden relata un extraño encuentro en el supermercado el mismo día del asesinato de Theresa Wallin. Nancy se había encontrado con un antiguo amigo suyo del instituto en un evidente estado de confusión, llamado Richard Chase, y tuvo la sensación de que algo no iba bien.

Los investigadores empezaron a indagar y descubrieron que Richard había registrado la compra de una semiautomática del 22, y más tarde también había comprado munición. Deciden entrar en su casa, donde encuentran la confirmación de sus sospechas. Restos humanos guardados en el frigorífico, batidoras llenas de sangre. En el calendario, la fecha de los asesinatos había sido marcada como «Hoy», y la misma escritura se había colocado en otras 44 fechas.

También se registró a Richard, que llevaba una pistola del calibre 22 ensangrentada y la cartera de Dan Meredith. Elementos más que suficientes para proceder a la detención.

A través de los interrogatorios, comienza a desvelarse la historia de Richard Trenton Chase. Nacido en 1950, creció con unos padres especialmente violentos. Durante la infancia comienza a padecer diversos síntomas reconocidos como la tríada de MacDonald (enuresis, piromanía y zoosadismo). Pasan los años y en la adolescencia Richard muestra signos de impotencia, seguidos de abuso de drogas y medicamentos.

Debido a esto Trenton empieza a mostrar trastornos paranoides que se traducen en alucinaciones e hipocondría. Es ingresado en el hospital e informa a los médicos de que alguien le había robado la arteria pulmonar, que su estómago se estaba derritiendo y que se le caían los huesos del cuerpo.

Tras la primera hospitalización, Chase decide irse a vivir solo a un piso, donde empieza a practicar actos de vampirismo con conejos, matándolos y bebiendo su sangre, ya que estaba convencido de que su corazón se encogía. Fue hospitalizado por segunda vez, tras inyectarse sangre contaminada con ácido en las venas, y le diagnosticaron el síndrome de Renfield, o vampirismo clínico.

Al cabo de un tiempo le dieron el alta, pues declararon que ya no era peligroso.

Richard Chase está catalogado como un asesino en serie desorganizado, que actuaba por instinto y no se molestaba en dejar rastros que pudieran incriminarle. Vagaba por las calles de Sacramento, intentando colarse en las casas, en busca de víctimas que pudieran satisfacer su sed de sangre.

Así comenzó el juicio, que terminó el 8 de mayo de 1979 con una sentencia de muerte. El 26 de diciembre de 1980, Chase se quitó la vida en prisión, ingiriendo una gran cantidad de drogas psicotrópicas.

Los asesinatos de Richard Trenton Chase marcaron la actualidad mundial, produciéndose una cadena de terribles crímenes, fruto de sus perversiones y alucinaciones. Una mente retorcida, caracterizada por una serie de obsesiones que se desarrollaron a lo largo de los años y que provocaron la muerte de seis personas.

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