Esta es una historia real que sucedió en febrero de 1948, varios buques que se aproximaban a Indonesia recibieron una llamada de socorro del buque de carga holandés Medan Ourang.
La señal de socorro fue intermitente, y se escuchaba a un hombre con acento que decía: «Toda la tripulación a bordo, incluido el capitán, están muertos, y sus cuerpos se pueden ver en la sala de control y la cubierta. Tal vez no haya sobrevivientes en esta nave».
Luego vino una cadena de códigos Morse irreconocibles, y finalmente se pudo escuchar un terrible mensaje: «Estoy muerto».
Cuando la nave fue abordada por los rescatistas se pusieron a buscar por largo tiempo, para tan solo encontrar que toda la tripulación del Medan Ourang incluidos los oficiales estaban muertos.
Su muerte se veía aterradora: todo era sombrío, sus ojos estaban abiertos, sus caras miraban al sol y sus manos estaban entre cruzadas. Incluso los perros en el barco estaban muertos.
Los cadáveres estaban intactos, pero cuando se quiso investigar más a fondo sobre lo que les había pasado, el Medan Ourang de repente se incendió, borrando toda la evidencia en un instante.
Hasta ahora esto que sucedió es un misterio sin resolver.