RELATOS DE APARICIONES EN CARRETERAS III
Muchas carreteras y caminos guardan secretos, estas son algunas cuantas historias de «RELATOS DE APARICIONES EN CARRETERAS» que nos hicieron el favor de enviar espero que sean de su agrado.
Historia numero 1.- La Zafra
Relato compartido por Rubén Meteros.
Me llamo Rubén Ortiz y tengo 39 años, esto que voy a contar me paso en el estado de Jalisco cuando tenía 23.
Mi padre que en paz descanse nos enseñó lo que fue la profesión de troker o mejor conocida en México como trailero, tanto yo como mis otros tres hermanos mayores continuaron con la tradición.
Corría el año 2000, estaba trabajando en la zafra de la caña en el ingenio del municipio de tala Jalisco, me tocaba acarrear en una de las rutas más retiradas del ingenio, esto vendría siendo entre aproximadamente 50 o 60 kilómetros.
Cabe mencionar que en esta zafra durante los 4 o 5 meses se trabajaban las 24 horas del día.
Uno era responsable de descansar el día que quisiera, ya que la paga era por viaje, así que entre más viajes hacías más ganaba.
Siempre había escuchado hablar sobre apariciones entre las pláticas con mis colegas, inclusive historias que le pasaron a mi padre, pero yo nunca había mirado nada, hasta que llegó aquella fría noche de enero del año 2000.
Iba manejando mi Torton rumbo a la carga de caña a la hacienda de San Sebastián, para esto usaba la carretera en dirección a San Marcos Jalisco.
Eran como las 11 de la noche y al llegar al crucero de San Sebastián gire a la derecha ya que se debía de bajar a la carretera para internarse en una terracería como de unos 15 km y así por fin llegar a la parcela donde posteriormente se cargaban la caña.
La bicicleta
En un tramo de la brecha me encontré con un colega que ya venía cargado, el protocolo dice que cuando la brecha es angosta se le debe de dar la preferencia al que lleva la carga y por eso mismo le cedí el paso.
Al mirar sus luces como 700 metros me hice a un lado para darle el paso, yo apague la luz de la unidad para no encandilarlo y solamente dejé prendido de los cuartos.
Me orillé para esperar que pasara pero de repente me di cuenta que adelante del camión del colega venía un señor en una bicicleta, ésta venía muy cerca de la defensa y parecía que casi atropellaba al señor.
Por la media brecha el señor no se quitaba y se acercaba cada vez más y más donde yo estaba parado, es importante mencionar que los camiones vienen tan cargados que cuando andan por la brecha corre muy despacio, tal vez como unos 25 o 30 kilómetros.
Cuando faltaban escasos 15 metros para llegar a donde estaba yo, miré claramente que el señor de la bicicleta alcanzo a hacerse a un lado, tal vez por unos escasos centímetros se había salvado de ser arrollado por mi compañero.
La platica
Mi compañero al ver que había seguido el paso fue bajando cada vez más y más la velocidad de pronto se detuvo, quedando ventanilla con ventanilla, la noche era oscura y silenciosa y solamente se escuchaban los motores de ambos camiones.
Al pararse me pidió un cigarrillo prestado y se lo di, apagó su camión y yo hice lo mismo, lo cual dejó más silenciosa la noche.
Él me dijo que no había prisa ya que no había más caña cortada para mí, prendió su cigarrillo, ya en calma le pregunté al cole que ¿Por qué no le pitaba al señor de la bicicleta?
A lo que él me respondió con otra pregunta, ¿De qué bicicleta estás hablando? yo no he mirado a nadie desde que salí de la parcela, y entonces el que venía delante de ti, casi lo arrojas, ¿Cómo es que no te diste cuenta?
La conversación que tuvimos no duró escasos dos minutos, él se paró y se fue por su rumbo, yo me fui por el mío encendí mi Torton y me fui dispuesto a cargar a la caña que me correspondía, prendí los faros y me fui atento.
En el camino ya no volví a mirar atrás, al llegar a la parcela Ramiro el operador de la máquina cargadora y los demás trabajadores se disponían a cenar y en escasos 15 minutos ya estaba mi carga lista, amarre mi carga para salir de la parcela.
La cruz
Ramiro amablemente me aluzaba con los faros de su máquina en lo que estaba haciendo los nudos, entonces aproveché para comentarle:
«Oye Ramiro, fíjate que cuando venía por la derecha, mire un señor en una bicicleta, pero de pronto éste desapareció»
Le platiqué entonces todo lo ocurrido, 35 minutos antes y él sonrió y me dijo:
«Sin duda lo miraste antes de llegar al arroyo de aguas negras ¿verdad? justo donde están esos árboles frondosos.
Yo le contesté que sí.
Mira no te asustes, pero dicen que hace 25 años más o menos en ese lugar mataron a un señor para robarle el dinero.
El día que lo mataron era justamente el día de pago, si no me crees de todas formas cuando pases por ahí párate y mira debajo de uno de los árboles ahí vas a ver la cruz con su nombre.
Me sorprendió tanto y agarré mi camino, pasé desapercibido por dicho lugar, a la mañana siguiente pasé de vuelta como a eso de las nueve de la noche y efectivamente ahí estaba la cruz como Ramiro me había dicho.
Este ha sido mi historia y de verdad que existen cosas muy raras en los caminos y carreteras.
Historia numero 2.- Risas en la madrugada
Mi familia es de un pueblo llamado San Marcos a un costado del Bio parque Estrella.
Era un 24 de abril fecha en que se llevaba a cabo la fiesta del pueblo, ya en la noche que nos íbamos hacia la casa de uno de mis tíos llegaron otros tíos y unos primos más.
Pero la casa que tiene mi tío en el pueblo no es tan grande y no íbamos a caber todos.
Optamos por dividirnos, unos se quedaron en la casa y otros más nos quedamos en la camioneta a un lado de la carretera.
Ésta se encontraba tal vez a unos 30 metros de la casa, en la camioneta nos quedamos mi madre mi hermana una prima y yo.
La travesura
Ya en la madrugada nos tocaron el vidrio como cuatro veces, mi madre se despertó molesta y nos dijo que dejáramos de jugar, ya que era tarde.
Nosotros respondimos que no habíamos sido nosotros, en realidad no hicimos mucho caso a los ruidos y nos tapamos con la cobija hasta la cabeza.
Cabe resaltar que en el pueblo no hay muchas cosas que hacer y mucho menos alumbrado público, por lo que era muy oscuro en todo ese rumbo.
Después de un rato nos volvieron a tocar el vidrio, esta vez me enojé y prendí las luces de la camioneta, pero para mi
sorpresa no había nadie fuera de ésta.
Para esta parte que les estoy contando eran aproximadamente las 3 de la mañana baje y mira a todos lados pero nada volvimos a subir y mejor no hicimos caso y nos quedamos dormidos.
Ya en la mañana pensábamos que todo había sido un sueño pero todos escuchamos claramente que tocaron la
ventana del carro.
En otra ocasión llegábamos de una fiesta como eso de la 1 a las 2 de la mañana, cada quien se fue a dormir a su cuarto mi esposa y yo nos fuimos a dormir.
Cuando estábamos acostados entonces empezamos a escuchar risas de niños, nos miramos y nos dijimos que era muy raro ver a niños jugando a estas horas, pero por el miedo no quisimos asomarnos.
El simple hecho de recordar la risa sí es muy aterrador.
Historia numero 3.- La niña de la carretera
Un familiar nos contó una experiencia viajando de Veracruz a Puebla, esto es lo que él me narró anoche.
Dijo que al estar viajando como a la una treinta de la mañana, de pronto escuchó a una niña decirle que fue violada y
asesinada que si podía hacerle el favor de llevarla con su madre para que pudiera descansar en paz.
Mi tío le dijo que no y que no quería problemas con ella que lo único que podía hacer era rezar para que su alma encontrara la paz.
Mi tío siguió por la carretera hasta llegar a Puebla y nos cuenta que ya entrando a su casa escuchó que la niña
estaba siguiéndolo.
Este entonces le dio un alto y le dijo que no podía entrar a su casa y que por favor lo dejara en paz, después de esto prendió una veladora y se encerró en su cuarto.
Al parecer hay que tener mucho cuidado cuando una entidad de pida ayuda, porque no se sabe realmente qué es lo que puede llegar a entrar a tu casa.
Historia numero 4 .- La mujer de la carretera
Mi primo viajaba de Tixtla a la ciudad de Chilpancingo el tramo es bastante corto y hace a lo mucho son 20 km, pero como la carretera es vieja de dos carriles se llegan a ser unos 45 minutos o más.
El iba de vuelta de una fiesta y había agarrado un taxi colectivo, cuenta que a medio trayecto en una curva muy cerrada todos los pasajeros vieron a una mujer parada.
El taxista no presta atención y solamente siguió, no se paró ni para nada y mi primo le dijo ¿Qué qué onda? que porque había dejado a la mujer en ese sitio.
Pasarían aproximadamente dos minutos cuando el chofer voltio ver para atrás, para el taxi de golpe y se fue corriendo en medio de la oscuridad.
Mi primo entré borracho y dormido y asustado no se bajó él, estuvo tocando la bocina del chófer, además nos dice que sintió un frío horrible en la espalda.
En lo que esperaba se quedó dormido y no despertó hasta la mañana siguiente en el centro de la ciudad
Esta fue su corta experiencia vivida en la carretera.
Historia numero 5 .-El monstro
Les voy a contar lo que me pasó un día de septiembre en el año 2015, yo me fui en bicicleta por la gruta de la virgen del bache eran tal vez las 2 30 de la tarde y en esta ocasión andaba sola.
Me quedé un largo tiempo ya llegando como esos de las 7 de la noche aún había un poco de luz y se veía bien en las calles.
Con esas condiciones decidí volver y cuando lleva pedaleando de vuelta me llamó mucho la atención que algo salía por donde bajas para la Tortuga.
No frené en ese momento, así que continué de largo pero ya cerca de Gauchito Gil la bicicleta empezó a ponerse dura, me refiero como cuando le subes al cambio más pesado.
En ese momento vi como salía una figura de las plantas, era una figura como la de un animal.
En ese momento estaba tan asustada que baje de la bicicleta y empecé a correr de lado.
Cuando llegué a la parte donde está la policía sentí que la bicicleta empezó a ponerse más liviana me subí y me fui sin mirar atrás lo más rápido posible.
Nunca supe que fue lo que vi en ese camino.
Historia Numero 6 .- Los niños del camino
Esto ocurrió hace dos años en la carretera 128 de los Ángeles, resulta que los padres de mi primo tenían buses de pasajeros.
Un día mi primo Alexander me dijo a mí ya otra prima que lo acompañáramos a dejar gente la terminal.
Nosotros aceptamos con mucho gusto, fuimos los dejamos y salimos de la estación, al volver encontramos otro bus de la misma empresa y por la radio nos avisó que la carretera estaba llena de tráfico por lo cual decidimos tomar un atajo.
Aunque el camino era estrecho por lo menos estaba en buenas condiciones.
Ya íbamos encaminados cuando el salir a una recta vimos algo blanco a unos metros, íbamos a gran velocidad y alcanzamos a ver que era una niña.
Cuando estábamos más cerca esta se nos aventó y no pudimos frenar, sentimos el impacto y escuchamos los gritos de la niña pero frenar y bajar no había nada, no había sangre, no había huellas de golpe, nada incluso me agaché para ver debajo del autobús y no no había absolutamente nada.
Estábamos alterados buscando en el resto del camión, cuando empezamos a escuchar la risa de la niña, ese sonido nos aterró completamente.
La niña de la casa abandonada
Llegamos a la parte trasera del bus y vimos que a unos metros de donde salió esta niña había una casa abandonada.
Nos acercamos y volvió a salir la pequeña, era ella, se estaba riendo y el cruzar miradas nos empezó a saludar con su mano.
Su risa poco a poco se iba haciendo más y más estridente, no lo soportamos más, así que corrimos al autobús para escapar.
Mi primo se subió intento encender el bus pero no encendía, luego vimos por el retrovisor que la niña se iba acercando de nuevo.
Mi primo fallaba para meter la llave y justo cuando la niña estaba a punto de tocar el autobús con su mano éste por fin encendió.
Salimos a toda marcha y la niña se despedía con la mano.
Ésta ya no se estaba riendo, más bien mostraba un semblante de tristeza, unos días después conversando con un chófer veterano nos dijo que no volviéramos a entrar por ese camino, pues ahí había muerto atropellada la niña y causaba muchos accidentes.
Historia numero 7 .- La silueta blanca
Esto que les voy a contar ocurrió más o menos a los 17 años, en ese entonces mis padres aún estaban juntos y vivíamos en Monterrey.
En las vacaciones de este fin de ciclo escolar mis abuelos nos invitaron a la fiesta de quince años de uno de sus compadres que vivía en Veracruz.
Cabe mencionar que mis abuelos son originarios de Veracruz, así que nos iban a guiar.
De camino para allá nos detuvimos en una gasolinera, mientras mi papá cargaba combustible decidí ir a comprar algo al minisúper.
A la hora de pagar note que el hombre del mostrador me estaba mirando de una manera rara y me dijo van al rancho de la familia González es ¿verdad?
Yo sentí con la cabeza y me contestó cuídense mucho y no regresen tan tarde hay algunas personas de la zona que aseguran que por ahí asustan.
No le tome importancia alguna, así que solamente me subí a el carro y no mencioné ninguna palabra de lo ocurrido.
La fiesta transcurrió de forma muy tranquila y termino cómo está eso de las tres de la mañana, mi madre estaba cansada y mis abuelos se habían retirado su carro, por lo cual nos subimos a la camioneta para seguirlos.
El regreso
Me subí a la parte delantera y mi madre se subió atrás y se quedó dormida que hace el momento.
En el transcurso del camino mi padre yo platicábamos acerca de la fiesta, el incendio las luces altas y las luces de cacería y empezamos a notar una silueta blanca que parecía estar parada.
Mientras más nos acercábamos, más alta parecía.
Cuando pasamos al lado de esa cosa sentí que se me lava la sangre, mientras mi papá me decía que por favor buscara en la parte de atrás un disco y que viera si mi madre estaba bien.
Llegando a casa mi papá me dijo que justo en el momento en que pasamos a esa cosa sintió que alguien lo estaba mirando y luego se sintió ligeramente paralizado.
Mi bisabuela, una mujer de gran edad, nos dijo que lo que él sintió se conoce como tener el muerto arriba.
Ella nos dice que debemos de tener mucho cuidado ya que eso ocurre cuando estás en un lugar donde alguna vez fue un panteón, y más cuando no se respetaron las tumbas y se construye algún edificio o carretera o hay donde hay almas donde no pudieron descansar porque fallecieron de una forma violenta o antes de tiempo y sus almas esperan para poder cruzar al más allá.
Honestamente no le tome mucha importancia en ese momento tal vez porque siempre he sido una persona que le encuentra sentido a las cosas, pero hace unos días navegando en youtube un vídeo de una entidad blanca persiguió en una camioneta haciendo unos ruidos.
Cuando la vi sentí que se me lo la sangre como aquella madrugada.
Es algo que siempre voy a recordar.
Historia numero 8 .- La Joven en la madrugada
El sábado por la madrugada yo iba saliendo de un antro con mis amigos, como esa noche me tocó ser el conductor designado no ingerir ninguna bebida alcohólica.
Mis amigos llevan bastante tomados, así que opté por llevarlos a todos a sus respectivos hogares.
Ya era cerca de las 4 de la madrugada cuando me despedí de mi último amigo, tome rumbo mi hogar y ya iba muy agotado por la noche de fiesta y solamente ansiaba llegar a mi cama.
El encuentro
De pronto en un semáforo rojo una adolescente tocó la ventana del copiloto, como le vi mal respecto baje el vidrio y me dijo que unos tipos la habían dejado botado y había perdido su bolsa con su cartera.
Note algo raro en su mirada, parecía algo vacía, pero supuse que estaba ebria, así que decidí llevarla a su casa.
En el camino intenta hacerle plática ya saben para evitar ese silencio incómodo, pero ella solamente sentía con la cabeza y me daba instrucciones para dónde irme.
Me dijo que vivía en una residencial que se encuentra que hacia las afueras de la ciudad, así que me apresuré porque quería llegar a casa antes del amanecer.
Pasamos por un tramo donde solamente había un carril.
Del lado derecho estaba la zona residencial y del lado izquierdo una barda larga sin pintar, de pronto
ella me dijo llegamos.
Mire el retrovisor para asegurarme que tenía la distancia suficiente entre otros autos para frenarme, de pronto volteo de nuevo ya no estaba.
Me quedé en silencio con el auto detenido pensaba en la opción de que ella se pudo haber bajado y salir corriendo del auto, pero ni siquiera había escuchado cuando la puerta se abrió.
Más aumentó mi temor y mis nervios cuando del lado izquierdo la barda gris había llegado a su final y había una
entrada que me pareció muy peculiar, en la parte superior de esta decía cementerio municipal de Cancún.
Esa noche llevé una muerte a mi auto.
Historia numero 9 .- Viaje en el tiempo
Mi primo es trailero y viaja mucho de noche y de día, dice que una vez lo mandaron a Ciudad Juárez a hacer unas entregas y tenía que volver en determinado tiempo a la Ciudad de México.
En el transcurso del camino se paró en una ocasión a comer en la carretera y se encontró un señor de edad avanzada que parecía que se le estaba cayendo la piel.
Éste le pidió de favor que si lo podía llevar a su pueblo natal.
El estudio llevarlo y le advirtió que tenía que estar en Ciudad Juárez a cierta hora, que iba ligeramente trazado por lo cual el señor le contestó que lo ayudaría.
Mi primo se quedó algo asustado y luego el señor le mencionó cuando yo te diga acelera, aceleras y cuando yo te diga que te vayas despacio le bajas.
Así se la pasaron casi todo el camino que hacía antes de llegar a Ciudad Juárez, el señor le dijo que se bajaría, lo dejo en un lugar bastante solitario y el hombre le comentó que ahí vivía él señaló unos árboles.
Atrás de ellos no se veía pueblo ni nada, estaba totalmente vacío el sitio.
El hombre muy agradecido se despidió de mi primo diciéndole que llegaría con bien a su destino, pero lo más sorprendente fue que llegó cuatro horas más temprano de lo esperado, algo que era prácticamente imposible.
Cuando volvió de viaje
Cuando volvió de viaje nos contó esto y un compañero de trabajo le preguntó que ¿Dónde lo había conocido?
El le comentó que en una cocina de carretera, de tanta curiosidad fueron a preguntar a la cocina que ¿Si se acordaban de que había ido a comer con un señor de edad avanzada?
Le respondieron que se acordaban de él pero que había ido solo y que se acordaban perfectamente porque se veía raro ya que estaba hablando el aire.
No cabe duda que los traileros ven cosas muy raras en las carreteras Historia compartida por Josué Moreno
Historia numero 10 .- La casa del Mar
Hace como 15 años fui de vacaciones a la casa de mar que tenía mi abuelo en Guayabitos, en ese entonces fuimos mi abuelo, mi abuela, mi tía y yo.
Íbamos en camino, nos paramos para descansar e ir al baño, yo me fui entonces a caminar y había un sembradío de maíz y a lo lejos veía una mujer muy alta con capucha negra.
Le pregunté a mi tío que era eso y él me dijo que solamente era un espantapájaros y así quedó llegando a la caseta de Guayabitos ya me sentía muy mal.
No quería pasear ni salir ni nada, me sentía muy raro y solamente quería volver a la casa en Guadalajara.
Así estuve durante dos días y mis abuelos no les quedó de otra que volver, en el trayecto el clima se puso muy frío y lluvioso, eso era algo raro ya que eran las vacaciones de semana santa que generalmente son muy calurosas.
El accidente
Por si fuera poco el carro se quedó sin frenos de repente a pesar de que era un carro del año, mi abuelo no pudo girar el volante y en eso nomás escuché esto ya valió agárrense.
El carro salió volando por una pendiente y nos volcamos unos 20 metros o quizás más, salimos del carro y buscamos ayuda.
Llegaron los bomberos, paramédicos y los policías, éstos nos llevaron al pueblo más cercano para atendernos, cuando nos atendieron nos dijeron que no sabían qué fue lo que pasó pero nosotros de milagro estábamos vivos.
Lo que detuvo en ese momento al carro fue una piedra, de no haber estado esa piedra hubiéramos caído 50 metros más y probablemente no estuviera contando esa historia.
No sé qué fue lo que pasó realmente pero creo que vi a la huesuda, sabes, tal vez simplemente fue una advertencia.
¿Qué te parecieron las historias de este día?
Si tienes un relato parecido no olvides compartirlo con nosotros nos leemos muy pronto.