FUEGOS ARTIFICIALES de NOCHE VIEJA

Por Story Teller

Esta historia empieza en noche vieja. Varios fuegos artificiales iluminaban todo el cielo nocturno. Este niño tiene 7 años y al igual que otros niños, también le gustan los coloridos fuegos artificiales y el rugir de los petardos. 

Sin embargo, su familia era muy pobre y no tenía dinero para comprar fuegos artificiales. Todo lo que podía hacer era mirar a otros niños sosteniendo pequeños fuegos artificiales, encendiendo cohetes y viendo cómo se encendía el fuego.

Luego de un instante salió corriendo horrorizado, esperando un ruido fuerte, alguna explosión de diferentes colores.

Su madre lo vio y entendió que su hijo quería jugar, pero incluso la familia tenía problemas para conseguir dinero para comer y no había nada que pudiera hacer para obtener algo por dinero. 

Pero ella realmente quería cumplir los deseos de su hijo, así que en secreto corrió a un lugar alejado donde había un gran mercado negro, ella vendió un riñón y usó su dinero para comprar fuegos artificiales para su hijo, aunque luego enfermó.

Su hijo era muy amado por ella y no estaba dispuesta a perderlo. El jugaba con sus fuegos artificiales todos los días y se quedaba frente a la cama de su madre.

No mucho después, su madre murió de pronto, debido a un procedimiento de desinfección no muy profesional que le hicieron en una revisión de su riñón. 

El niño estuvo llorando frente a la cama durante mucho tiempo. Más tarde, algunas personas vinieron a retirar el cuerpo de su madre y enviaron al niño al orfanato. Su madre ya no estaba con él, solo quedaron esos fuegos artificiales.

Un día, echó de menos a su madre más que de costumbre, por lo que sacó los fuegos artificiales recogidos durante mucho tiempo. Corrió a las altas montañas para encenderlos y los fuegos artificiales se dispararon hacia el cielo, formando la cara sonriente de su madre, pero pronto caían y desaparecían. 

Lloró y lloró, gritándole a su madre, e ignoró todos los fuegos artificiales que habían caído, y no paraba de encender más fuegos artificiales hasta que los acabó todos. Con una explosión, cayó al suelo, sangrando del abdomen.

La policía recibió un informe esa noche de que un hombre que vivía cerca y que era violento en su casa de repente sintió un fuerte dolor en el cuerpo y cayó al suelo. Después de eso, algo salió de su estómago y se fue volando.

La policía luego confirmó que a este hombre le faltaba uno de los riñones.

Hubo muchos reportes a la policía sobre casos similares ese día de gente que se encontraba con un fantasma en el bosque, luego contaban la historia y después de ello caían muertos. 

Escuchaban una explosión en la montaña, temiendo que pudiera provocar un incendio, subían a la montaña para ver, pero solo veían a un niño cubierto de sangre, acostado desnudo en el bosque de la montaña, prendiendo fuegos artificiales, con el vientre perforado.

Luego el niño se levantaba y se alejaba desapareciendo después de un rato, mostrando solo una cicatriz visible en su abdomen.

Se dice que en ese bosque aun se puede ver al niño cada noche vieja todos los años.