El acosador nocturno: la verdadera historia de Richard Ramírez

28 de junio de 1984. Es una cálida tarde de verano en Glassel Park, un barrio de Los Ángeles. Jennie Wincow, una mujer de 79 años que vive en la zona, decide irse a dormir dejando la ventana abierta, sin ser consciente de lo que está a punto de ocurrir.

28 de junio de 1984. Es una cálida tarde de verano en Glassel Park, un barrio de Los Ángeles. Jennie Wincow, una mujer de 79 años que vive en la zona, decide irse a dormir dejando la ventana abierta, sin ser consciente de lo que está a punto de ocurrir.

Pasan varios meses y el caso sigue sin resolverse. Por desgracia, los acontecimientos están destinados a tomar un cariz cada vez más trágico.

17 de marzo de 1985. Son las 23.30 horas y María Hernández regresa a su piso cuando, de repente, es atacada con un arma de fuego. El asaltante, creyéndola muerta, irrumpe en el apartamento donde también vivía su compañera de piso, Dayle Okazaki, y recibe un disparo en la cabeza. El asesino roba la casa y huye a toda velocidad.

Mientras tanto, María, que milagrosamente sigue con vida, consigue pedir ayuda y dar una descripción del agresor. Es delgado, alto y probablemente de etnia hispana.

Esa misma noche, el asesino ataca de nuevo y mata a otra víctima, Tsai-Lyan Yu, tiroteada en el interior de su coche.

Aquella atroz noche de sangre conmocionó a toda la zona de Los Ángeles. Peor aún, no sería la última.

27 de marzo de 1985. Vincent y Maxine Zazzara están dentro de su casa cuando, de repente, alguien se cuela. El intruso mata inmediatamente a Vincent de un disparo y luego se centra en Maxine. La mujer es apuñalada varias veces, le graban la letra T en los pechos y finalmente el asesino le saca los ojos.

La locura de este psicópata parece no querer remitir. El asesino en serie pasa a ser conocido como El Acosador Nocturno.

Pasan dos meses cuando el asesino ataca a una pareja alta. Harold y Jean Wu. Harold es asesinado a tiros, mientras que Jean es violada repetidamente antes de que el asesino decida abandonar la casa, dejando a la víctima con vida. Jean podrá dar una descripción del hombre, que coincide perfectamente con la dada por María Hernández.

El 29 de mayo de 1985, el Acechador Nocturno tiene como objetivo a Malvial Keller y Blanche Wolfe, dos señoras de 83 y 80 años respectivamente. Ambos son golpeados salvajemente con un martillo, tras lo cual el asesino dibuja un pentáculo en el cuerpo de Malvial antes de marcharse. Sólo Blanche sobrevivió al ataque, mientras que por Malvial desgraciadamente no hubo nada que hacer.

A lo largo del verano de 1985, los atentados se sucedieron a un ritmo vertiginoso, dejando un largo rastro de violencia y muerte.

El modus operandi del atacante se repite inexorablemente. Irrumpe en las casas por la noche y ataca a sus habitantes, a veces violándolos y otras veces matándolos mediante masacres. A menudo incluso consigue llevarse objetos de valor. El pánico se apodera de toda la población, ya que la elección de las víctimas es bastante aleatoria y nadie se siente seguro.

Se pone en marcha un grupo operativo y cientos de agentes se dedican a intentar poner fin a esta pesadilla.

El punto de inflexión se produce el 24 de agosto de 1985.

Bill Carns e Inez Erickson están dentro de su casa cuando son sorprendidos y atacados por un desconocido, que primero dispara a Bill y posteriormente agrede sexualmente a Inez, para después marcharse. Bill sobrevive al ataque, e Inez también consigue ver el coche del intruso, informando a la policía de que era una ranchera Toyota naranja.

Otro testigo identificó el mismo vehículo esa noche, facilitando también la matrícula a los investigadores. Unos días después, los agentes localizaron el coche y recogieron huellas dactilares en él, que más tarde condujeron al nombre del asesino.

Richard Ramirez, un chico de 25 años.

El 31 de agosto de 1985, el Acechador Nocturno fue finalmente detenido.

Nació el 29 de febrero de 1960 en El Paso, de padres de ascendencia mexicana. Es el menor de cinco hermanos y desde su infancia empezó a sufrir epilepsia.

A los 12 años, Richard empezó a entablar una relación cada vez más estrecha con su primo Mike, veterano de la guerra de Vietnam. Mike le hablaba a menudo de lo que había hecho durante su servicio, describiendo con cierta exaltación los asesinatos y la violencia que había infligido. Los dos pasaban mucho tiempo juntos y a menudo se encontraban mirando fotos de personas torturadas y asesinadas en la guerra.

La situación llegó a su clímax cuando Mike, tras una discusión con su mujer, la mató de un disparo. Todo ocurrió ante los ojos de Richard, que entonces tenía 13 años.

A partir de este suceso, el chico inició un lento descenso hacia la parte más oscura de su alma.

Empezó a faltar a clase y a consumir drogas. Mientras tanto, desarrolla una relación de enemistad con sus padres, de los que se aleja cada vez más. El siguiente paso fue dedicarse al robo de viviendas, actividad que le permitía conseguir dinero para drogas. También fue detenido dos veces por robo de coches. Durante su estancia en prisión, se interesó por el satanismo y las prácticas ocultas.

Una vez fuera de la cárcel, siguió dedicándose a actividades ilegales, en particular al robo de viviendas. Para entonces, sus obsesiones por la violencia se habían apoderado de él y empezó a asociarlas con robos, convirtiéndose finalmente en violador y asesino en serie.

Durante su infernal trayectoria dejó tras de sí la vida de 14 personas.

Ramírez fue condenado a muerte el 7 de noviembre de 1989.

Durante su encarcelamiento inició una larga correspondencia con una periodista independiente, Doreen Lioy, que culminó en matrimonio el 3 de octubre de 1996. Ambos se casaron en prisión. En 2009, un análisis de ADN lo relacionó con el asesinato de una niña de nueve años, Mei Leung, violada y apuñalada el 10 de abril de 1984 en San Francisco. El condenado permaneció en el corredor de la muerte durante años a la espera de su ejecución, hasta que murió de linfoma el 7 de junio de 2013, a los 53 años.

La historia de Richard Ramírez sigue impresionando por la bestialidad y el cinismo de sus actos, que en el espacio de unos meses pusieron patas arriba la vida de muchas personas. Una serie de crímenes atroces y terroríficos, fruto de las perversiones de un individuo demente y peligroso.

En enero de 2021 se estrenó en Netflix un documental en cuatro partes titulado Night Stalker: Hunt for a Serial Killer, que reconstruye los hechos contando la historia del asesino y su captura.

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